Como despedida merecida, el periodista Iraquí Mountazer al-Zaidi lanzó, no uno, si no dos zapatos al expresidente norteamericano George Bush. Desde entonces, el “zapatazo” que es un símbolo árabe de desprecio y repugnancia, se convirtió en un símbolo mundial de rechazo y de demostración de descontento.

El popular zapatazo, es ahora una voz desde adentro, desde los que no tienen otras armas, desde los que no tienen otra forma de demostrarle a los que les oprimen, que ya está bueno de que lo sigan haciendo.

El 07 de febrero pasado un conjunto de organizaciones juveniles de la República Dominicana decidió convocar a la población del país a manifestar su rechazo a la corrupción, a la impunidad, a la injusticia y a las políticas desacertadas de quienes detentan el poder, de una forma creativa y simbólica: lanzándole un zapatazo, un chancletazo, un tomatazo a sus principales figuras.

La policía, al mando del General José Polanco y el Coronel Francisco Aquino, alias Coronel Pimienta, intentaron impedir la pacifica actividad por la fuerza; rociaron gas tóxico y emprendieron a puñetazos y empujones a los jóvenes. La actividad se desarrolló a pesar de su brutalidad por el civismo y la determinación mostrada por los jóvenes.

En los últimos días, se ha vertido en la opinión pública una sarta de comentarios e informaciones, algunos de ellos positivos, pero otros tendenciados, que buscan distraer a la opinión del país de las motivaciones de lo/as muchacho/as del ZAPATAZO.

Un grupo de comentaristas de televisión, algunos de ellos muy bien pagados por las nóminas ni tan secretas, ha intentado crear una matriz de opinión planteando básicamente lo siguiente:

Que los jóvenes tienen parcialidad favor de la oposición, particularmente, el PRD, y
Que los jóvenes irrespetaron la figura del Presidente,

Para contrarrestar esta “línea comunicacional oficial” se hace preciso primero, partir de la realidad, y la realidad concreta, es la difícil situación del país, agravada por la mala, corrupta e ineficiente administración del Gobierno peledeísta y de los que los antecedieron.

El país vive una crisis económica profunda, agravada por un Gobierno que se impuso ilegítimamente en unas elecciones y sin oposición política real que sirva de contrapoder y contrapeso en sus excesos.

El país vive una situación agobiante que genera, no sólo desesperanza en nuestro porvenir, si no también gran descontento y malestar. El 2009 lo recibimos, no sólo en crisis, si no inaugurando tremendos escándalos de corrupción que hastían a la población en general. La corrupción vergonzante que destruye todas nuestras instituciones públicas y privadas es absolutamente insostenible.

La respuesta de las agrupaciones juveniles, ante la situación ha sido la de organizarse, para dar la pelea en pro de construir poder popular, poder social que cambie la correlación de fuerzas y logre cambiar las cosas.

Por eso EL ZAPATAZO incluía un conjunto de figuras de la vida pública y del ámbito militar, político, empresarial y religioso; porque parte de una visión integral de la realidad y de los problemas nacionales, y de la premisa de que todos los actores de la elite nacional, son compromisarios de la calamitosa situación que vive el pueblo.

Es decir, que partimos de una necesidad de desplazar a todos los que han gobernando hasta hoy, porque juntos, constituyen los principales beneficiarios y el principal obstáculo para la superación de los males nacionales.

Por eso fueron “zapateadas” por igual, figuras de Hipólito Mejía, Amable Aristy, Ramón Baz Figueroa, Agripino Núñez Collado y Guzmán Fermín, entre otros.

Unos desde el púlpito, otros desde los bancos y empresas, otros desde las instituciones públicas, otros desde la sociedad civil vendida, otros desde la prensa amarilla y otros desde los cuerpos policiales y militares, juntos, han embarrado la dignidad de la dominicanidad y contribuido al estado de cosas actual.

PRD, PLD, PRSC y sus adláteres, son cáscaras de un mismo palo, y tienen que ser desplazados.

Por otro lado, para entender el tema del respeto o el irrespeto, es preciso entender que la palabra respeto significa el reconocimiento de que algo o alguien tiene valor. El respeto es una consideración que no se regala, si no que se gana, con actuaciones. Una cosa es respetar y otra es temer.

El respeto parte de respetarse a si mismo, de asumir una posición ética y moral, y de respetar a los demás.

Juan Bosch usaba una lapidaria frase acuñada por el alemán Lichtenberg que decía que “Cuando los gobernantes pierden la vergüenza, los gobernados les pierden el respeto”. Y fíjense que Bosch dio significado a la palabra vergüenza.

La pregunta correcta que deberíamos hacer es ¿Quién en realidad ha irrespetado, irrespeta a quien?


¿Nos han respetado a nosotros los dominicanos?

Por ejemplo, deberíamos preguntarnos.

¿Fuimos nosotros quienes desarticulamos las empresas del Estado a través de un fraude de la privatización.?

¿Fuimos nosotros quienes firmamos y apoyamos un TLC a costa de los productores nacionales?

¿Fuimos nosotros los que intentamos construir una Isla artificial en el Malecón.?

¿Regalamos nosotros a San Souci y su millón y medio de metros cuadrados a la familia Viccini-Cabral.?

¿Fuimos nosotros los que compramos cedulas y conciencias en las elecciones?

¿Somos nosotros los que pagamos periodistas para que hablen a nuestro favor?

¿Somos nosotros los que nos beneficiamos del préstamo de los Bonos Soberanos, ni de la Sund Land.?

¿Acaso tenemos nosotros, los jóvenes del zapatazo, vínculos con Quirino o escondemos la droga y los dólares del caso Paya?

¿Fuimos nosotros los que nombramos 52 secretarios de Estado y 300 subsecretarios para que se chupen el presupuesto del Estado?

¿Fuimos nosotros los que preferimos construir un Metro a costa de la educación, la electricidad y la salud?

¿Fuimos nosotros los que Envenenamos a los escolares con el Desayuno Escolar de suero lácteo?

¿Compramos aviones sobrevaluados, o hicimos fraude con el GLP o con el *GOB?

¿Fuimos acaso los perdonamos a Anisia Rissi, o a Jorge Blanco o a Cuervo Gómez?

¿Regalamos 27 millones de pesos en reyes, o nos auto asignamos regalías millonarias, o construimos parqueos en Bellas Artes?

¿Somos nosotros los que alegremente indultamos a los pocos corruptos que la justicia había logrado apresar.

¿Tuvimos algo que ver con el PEME, con el RENOVE o con el Pepegate?

Definitivamente para saber quién irrespeta a quien, sólo basta con responder estas simples preguntas.